domingo, 18 de noviembre de 2007

Abrió la inscripción de "Dale", 1º Intercambio Internacional Nikkei en Argentina

Con el lema “Haciendo la diferencia”, el Grupo Joven del Centro Nikkei Argentino (CNA) invita a ser partícipe del 1º Intercambio Internacional Argentina 2008 que se desarrollará entre el 31 de enero y el 3 de febrero próximos en una quinta de la localidad bonaerense de Moreno.

“El objetivo no es tomar sol y disfrutar de la pileta, solamente”, advirtió Sebastián Kakazu, Coordinador General. Se trata de cuatro jornadas intensas de convivencia, talleres y dinámicas orientadas a “explotar todas tus potencialidades”, para lo cual se pide “el compromiso de participar activamente”.

Los requisitos son simples:
- tener entre 18 y 35 años
- querer aprender y crecer
- estar dispuesto a compartir un espacio generador de experiencias con jóvenes nikkei de otros países.

La inscripción tiene un costo de $200 para cada participante argentino que incluye comida, alojamiento, transporte desde Capital Federal hasta la quinta ida y vuelta y emergencias médicas. También se debe completar la ficha personal que puede solicitarse a través del mail interdale@centronikkei.org.ar. Hay tiempo hasta el 31 de diciembre.

Dado que el Intercambio propone fortalecer las habilidades para el liderazgo y el cambio –aplicables tanto en lo personal como en lo profesional–, sería provechoso que las instituciones de la colectividad japonesa en la Argentina y las empresas vinculadas enviasen por lo menos un joven para contribuir a la formación de los nuevos dirigentes.

Dale! Una palabra bien argentina.
Dale! Animate.
Dale! Gambatte!
Dale! Sumate
Dale! Participá

Apoyan y auspician esta iniciativa: la Asociación Panamericana Nikkei, la Unión Internacional de Clubes e Instituciones Nikkei, JICA (Agencia de Cooperación Internacional de Japón) y FANA (Federación de Asociaciones Nikkei en la Argentina). Las empresas y los particulares que deseen colaborar pueden contactarse con Yukari Mino o Hugo Miyama de Relaciones Públicas.

Gambatte, Dale: El Espíritu del Intercambio

(Información publicada en La Plata Hochi del 20 de septiembre)

Ya pasaron por la experiencia del aprender jugando y quieren transmitir esta enseñanza de Argentina. Ellos conforman la Comisión Organizadora del 1º Intercambio Internacional Argentina 2008 coordinada por el Grupo Joven del Centro Nikkei Argentino. “Los talleres de liderazgo nos dieron un vocabulario común para trabajar en equipo”, manifestó Sebastián Kakazu, y por eso ahora buscan replicar en “versión argentina” una actividad originada hace años en Perú y desarrollada también en Brasil.

El evento, que se desarrollará del 31 de enero al 3 de febrero en Buenos Aires con la presencia de nikkei de varios países del continente, presentó en público su propuesta el pasado sábado. “Buscamos ubicar a la Argentina en el circuito de intercambios internacionales y brindar a los jóvenes argentinos la oportunidad de poder experimentar un intercambio”, se expresó mediante un comunicado de prensa.

El Intercambio también tiene su misión: “Facilitar herramientas, expandir círculos de conocimientos, formar lazos y motivar a cada uno a que se sorprenda de sí mismo y de esta manera crear generadores de cambio entre los jóvenes de Argentina”. Según explicó Yumi Miyai, otra de las integrantes de la Comisión, se trata de expandirse tanto a través del “conocimiento de chicos de otras realidades” como en el saber de cada persona, un “poder latente que puede salir a la luz”.

El eje temático de la actividad será “la acción como agente de cambio de la interrelación de la vida cotidiana” que se practicará a través de dinámicas con diferentes objetivos que constituyen la metodología del “aprender jugando”. “Dale implica acción, motivación, animarse, transmitir la fuerza”, desarrolló el nombre del evento Kakazu, una palabra elegida por ser bien argentina que transmite un concepto que el nikkei tiene además incorporado en un término japonés, Gambatte.

El Intercambio también tiene un lema: “Haciendo la diferencia” sintetiza el deseo de los organizadores de que el evento contribuya a realizar un salto cualitativo entre los jóvenes de la comunidad nikkei argentina. “Queremos que las instituciones se comprometan a enviar representantes”, dijeron durante la conferencia: del cupo de 60 participantes hay una buena parte reservada para los argentinos. Los interesados pueden comunicarse a interdale@gmail.com.

miércoles, 31 de octubre de 2007

"Cultura Japonesa, de la isla al mundo"

En la casa Jardín Japonés, en el marco de la Convención de Cultura Japonesa, se presenta "Cultura Artística, ventana de la isla al mundo". Este viernes 2/11 a las 17 horas.

El cuadro mostrará un recorrido por la tradición artística de ese país. Se transformará en un corto - seguimiento de su viaje por otros países, con estaciones notables como las que recibieron al ukiyo-e y al anime.

Esperamos de este modo encontrar huellas en el camino que remitan a encuentros, pistas de una comunicación intercultural. Hoy, migración y medios son dos vías para acercar un mundo antes desconocido y tal vez descubrir - construir una nueva identidad.

Quien se ofrece solo como guía es Pablo Gavirati Miyashiro, aprendiz de lo niqueyeño. Suele presentarse como participante del Proyecto Kinsei del Centro Universitario Argentina Nippon y del Grupo de Estudios del Este Asiático de la UBA.

Es - decir, en un Jardín hablar de:

Cultura artística
Ventana de Japón
El mundo mira



posdata: El sitio de la 4º Convención de Cultura Japonesa. De todos modos, no dejarse guiar por todo el cronograma porque hubo cambios debido a factores ajenos a la organización.

martes, 3 de julio de 2007

Seminarios de Cultura Japonesa

Asia y Argentina informa la realización de una serie de seminarios, cuyo cronograma aquí compartimos:

"Ceremonial del Japón"
A cargo de: Lic. María del Valle Guerra
Cantidad de reuniones: 3
Inicia: jueves 5 de julio

"Religiones Japonesas"
A cargo de: Lic. Silvia Ogura
Cantidad de reuniones: 4
Inicia: jueves 2 de agosto

"Arte de Japón"
A cargo de: Lic. Paula Savón y la Prof. Alba Moix
Cantidad de reuniones: 3
Inicia: jueves 13 de septiembre

El ciclo se desarrollará todos los jueves del mes correspondiente en el horario de 18:30 hs. a 20:00 hs.

Para más información, consultar www.asiayargentina.com/

miércoles, 30 de mayo de 2007

Sansei, una forma de institucionalidad nikkei

Por Pablo Gavirati Miyashiro.

¿Existe la identidad nikkei en la tercera generación de descendientes de japoneses? ¿Los jóvenes ya no participan en y para la colectividad? ¿Las instituciones tienen futuro en el siglo XXI? Las respuestas a estas preguntas nos llevan a replantear la historia cultural de la identidad- comunidad nikkei hasta llegar a un presente donde definir una política institucional sansei es un paso fundamental para el destino de lo niquey.

1. Las formas de institucionalidad nikkei.

Las generaciones son una variable importante para estudiar la identidad y la comunidad nikkei[1]. Por supuesto, no nos referimos a conceptos formados partiendo del prejuicio sobre una persona, sino a grupos sociales que marcan un sentido generacional[2]. Nuestra idea principal es que las identidades generacionales condicionan distintos tipos de hacer comunitario, estableciéndose en el mejor de los casos una retroalimentación positiva en tanto que una identidad más fuerte produce una comunidad más fuerte, y viceversa. Un balance nos permite hablar de dos lados de un mismo fenómeno: “Punto número uno: la identidad nikkei como un discurso, el resultado de la búsqueda auto-consciente de un grupo de descendientes de japoneses para superar la negatividad de su ser (no-ser argentinos; no-ser japoneses) en una afirmación original: `¡somos nikkei!´. Punto número dos: la comunidad nikkei como el sujeto de aquel discurso, el camino realizado por las instituciones en su hacer político cultural. Un desarrollo socio-histórico marcado por las diversas generaciones”[3].

En este sentido, establecimos el concepto de “forma de institucionalidad”[4] para referirnos a la lógica desde el pensar (instituyente) que adquiere esta interrelación entre ser (identitario) y hacer (comunitario) nikkei. Si bien se trata aquí de una interpretación interna de la colectividad, sabemos que los factores particulares a la sociedad argentina, y también la japonesa, influyen en mayor o menor medida en aquel campo social. Pero también consideramos que la comunidad tiene una autonomía relativa en la nación, lo que nos lleva a concebir en la existencia de una cultura propia. En este artículo, avanzaremos en hablar del movimiento sansei como el futuro aún no construido de la colectividad. Mientras puede observarse en esta sociedad (pos/híper)moderna cierto descompromiso de la juventud, el comunitarismo significa otra serie de vínculos más allá del individualismo. Por eso, y no por encerrarse en ninguna burbuja artificial, puede seguir valiendo la pena hablar de comunidad nikkei. La crisis puede estar ahí, adelante, pero parte del convencimiento pensar que la situación que nos toca vivir es también una oportunidad de cambio.

2. ¿Qué es la identidad?

En un plano psicológico, la identidad es la percepción de sentirse uno mismo en el devenir espacio- temporal. Llevado al plano grupal, la antropología ha confirmado que la identidad social de un nosotros se forma en la interacción con los otros, en forma proactiva o reactiva creando límites de pertenencia[5]. Se establece así una relación de reconocimiento mutuo con algún elemento común a todos, como puede darse en un grupo de amigos[6]. Podemos ver entonces que aunque la identidad es un sentimiento de continuidad, la misma atraviesa cambios que varían según las relaciones que se establecen entre uno y los demás; de ahí el sabio refrán “dime con quién andas y te diré quién eres”.

Reafirmamos así que “una identidad social es el discurso que comparte un grupo definiéndolo”[7]; significaciones que unen a las personas, del mismo modo que la identidad configura una comunidad y la imaginación instituye el mundo en el que habita una sociedad[8].Estos discursos compartidos poseen huellas de una cultura común que los produce y comunica al grupo; conociendo que existen identidades mayores (“soy argentino”) e identidades menores (“soy peronista”) que corresponden todas a diferentes sujetos sociales[9]. Esta relación entre identidad y comunidad se condice con el doble plano de las representaciones y los afectos[10], que se modifican con la interrelación entre los actores y por la acción de otros factores ambientales a lo largo de la historia.

3- Nikkei, historia de una identidad

¿Qué es, entonces, ser nikkei? Una primera definición del Proyecto Internacional de Investigación Nikkei expresa: “Personas de origen japonés y descendientes que han inmigrado al exterior, creado comunidades y estilos de vida únicos dentro del contexto de las sociedades en las cuales viven”. La página Descubra a los Nikkei especifica que “posee significados múltiples y diversos dependiendo de la situación (...). Incluye a las personas de descendencia racial mixta que se identifican como Nikkei (y a) los emigrantes y sus descendientes que regresan al Japón”. A partir de estas aproximaciones, y coincidiendo con que la identidad es una construcción dinámica cultural[11], sabemos que la misma atravesó cambios a lo largo del tiempo en paralelo a los deseos subjetivos, el contexto social y los grupos generacionales. ¿Es posible hablar, en estas circunstancias, de identidad nikkei? Aquí suponemos que sí, en cuanto admitimos que hay una relación de cierta continuidad entre el discurso que unió, une y unirá a la comunidad, en sus distintas generaciones[12].

Issei. Los inmigrantes se sentían “japoneses en el extranjero”, y un discurso que los identificaba era “debemos unirnos para conservar las costumbres”, deseaban mantener lo más posible su forma de vida. Pensaban que Argentina era un país de oportunidad y que el esfuerzo constante era la base del éxito. Tal vez en Japón hubiera más cosas que los diferenciaran, pero la situación creó una identidad - comunidad muy unida en sus inicios. Esto era lo que necesitaban para preservar su seguridad y salud psicológicas, algo tanto más necesario en los primeros años de desarraigo[13].

Si bien ellos no hablaban de una identidad nikkei, sino que se sentían nihonjin, son ya japoneses especiales: vivían lejos de su tierra natal y tomaron elementos de una nueva cultura, por lo que su identidad se reforzó en un “japoneses en Argentina”, y así llamaron a su institución madre, la más importante: la AJA. Los issei dieron inicio, al principio sin saberlo, porque su objetivo principal era juntar plata y volver a Japón, a la comunidad nikkei, que se fue consolidando cuando luego de la Segunda Guerra Mundial surgió un nuevo discurso: “La Argentina es un buen lugar donde formar una familia”. A partir de allí, empezaron a aparecer subidentidades dentro de la comunidad, destacándose el elemento regional de los kenjinkai, pero siguiendo siempre un modelo prescriptivo.

Nisei. Los nisei recibieron gran parte de este discurso issei durante su educación familiar. A partir de allí, podemos prever ya dos dicursos distintos: “Nació en Argentina, es Argentino” o “Es hijo de japoneses, es japonés”. Existe una dualidad que Alberto Arashiro definió como “presión”[14]. Esto, que es un motivo implícito de conflicto generacional, lo es también a nivel personal: el nisei forma parte de la sociedad argentina “como todo hijo de migrante, por la lógica aplicación de la `jus solis´; de hecho, sin embargo, por su aspecto físico, que lo distinguía del resto de los `gringos´ocupaba un status diferente más afín a la aplicación del `jus sanguinis´”, explica Laumonier[15].

En general, el discurso sintético de los nisei fue “somos argentinos hijos de japoneses”, “debemos estar adaptados al país” y “queremos integrarnos aunque manteniendo ciertos valores japoneses”. Discursos reproducidos fueron “Japón es un buen país” y “Argentina es un buen lugar para estar en familia”. Sin embargo, hay quienes no acordaron con este discurso: algunos no reconocieron su herencia japonesa y se alejaron de la colectividad; otros no vieron progreso posible y viajaron a Japón conformándo el fenómeno dekasegi. Unos y otros se alejaron del núcleo identitario fuerte de la identidad- comunidad nikkei. Otro caso particular fue el de los nisei que se casaron gaijin (para los nikkei, personas ajenas a la colectividad) quienes, luego de superar el conflicto generacional, pudieron incorporarse en cierta medida a la colectividad si el matrimonio fue finalmente aceptado.

En definitiva, fueron los nisei quienes adoptaron la identidad nikkei[16], que era un intento de poseer una identidad afirmada entre dos identidades que se le imponían: la japonesa y la argentina. En su momento, la palabra excluyó a los issei evidenciando las diferencias existentes, pues ellos dieron el paso de la colectividad de japoneses en Argentina a la comunidad nikkei argentina[17]. Con esas palabras fundaron su institución paradigma, el CNA cuyo lema (su discurso principal) es “seamos mejores ciudadanos en nuestro país”.

4. El movimiento sansei

En este contexto, con el discurso issei y nisei todavía presentes, la identidad sansei tiene conceptos propios que modifican lo nikkei. Ya no tienen padres japoneses, sino nikkei argentinos, por lo que no reciben un discurso japonés directo. Cada uno puede involucrarse o no, decidiendo a través de distintos condicionamientos estar en contacto con otros nikkei, que será en definitiva la forma primordial en que se transmita la cultura y la identidad en la tercera generación. Se trata de una elección, en cierto punto, de un acto de voluntad. De modo que si un sansei opta por no identificarse con lo nikkei puede con relativa facilidad ser simplemente argentino, algo que, como vimos, no le era tan sencillo a los nisei. Con la misma lógica, ser nikkei es en principio tener amigos nikkei, ya sean amigos de la familia o personas conocidas en agrupaciones nikkei.

En palabras de Laumonier, “lo que se sufría como una identidad dividida se vive hoy como un plus digno de ser tenido en cuenta”[18], que es lo que hace algunos años el CNA llamó “Nikkei Power”. El agregado deviene de un elemento de la identidad issei que le otorgó el otro-argentino, y que Marcelo Higa dio a llamar el “prejuicio positivo”, un capital simbólico de honesto, limpio y ordenado que se transmitió de generación en generación[19], para ser hoy una propiedad legítima. Este mismo autor menciona que en el fenómeno sansei se da un vínculo diferente: el del inmigrante con su nieto, que en su juventud puede saltearse una generación y escuchar las historias de vida de los issei. Pero también la mayor integración hacen que sus amigos, exagerando, lo definan como “más argentino” que ellos mismos; en todo caso, vemos que la ambigüedad sigue manteniéndose como un rasgo que comparte con el nisei.

Pero para quienes pertenecen a la comunidad, es bastante claro que la identidad nikkei local se diferencia de lo argentino y lo japonés. En ese sentido es interesante la palabra de Estela Asato, maestra de la escuela bilingüe Nichia Gakuin, y participante del Taller de Jóvenes Líderes Nikkei 2004, que resume en parte el discurso sansei: “Creo que hay una identidad nikkei, pero no creo que todos la tengan. Hay una cultura nissei, otra sansei y otra yonsei. Creo que es un sentimiento y una ideología que te permite sentirte tan argentino como japonés, pero a la vez no sos totalmente de ninguno de los dos. Es conocer a ambas culturas, tomar lo que mejor va con uno de cada una de ellas y defenderla”[20].

Entre los grupos que conforman el movimiento sansei hay dos casos bastante paradigmáticos. En primer lugar, el Centro Universitario Argentina Nippon (CeUAN) creado por nisei de KYOREN y del CNA, es desde 1997 autogestionada por jóvenes en su mayoría sansei. La particularidad es que muchos de sus residentes que vienen del interior del país y no tenían contacto con la colectividad empiezan a redescubrir lo nikkei. Eso, sumado a que muchos de ellos son los ahora bautizados hafu (de half, mitad, mestizos; antes ai-no-ko), resulta en una visión reforzada de la importancia de elegir ser nikkei. La tesis central, ampliamente compartida, es que es una institución novedosa porque responde a demandas originales: el objetivo institucional responde a deseos subjetivos, en este caso el estudio universitario[21]. Esto trae cambios en la percepción de la identidad: Kunio Ishikawa, integrante de la comisión directiva y también participante del Taller 2004, reflexiona que “Nikkei significa ser descendiente de japoneses, tener sangre japonesa. Pero ahora se está tratando de cambiar esta definición por la de una persona interesada en la cultura japonesa”[22].

La Red 2K, por su parte, es un grupo más informal, establecido a través de relaciones de amistad, lo que constituye otro rasgo de la institucionalidad sansei, puesto que es algo que se elige y no se hereda como en el caso de los kenjinkai. En su origen en el 2001, se formó a través de particpantes del Taller de Jóvenes Líderes 2000 y usuarios de la página web Nikkei World, por lo que se agrega otro elemento de sociabilidad joven. La idea en un primer momento fue establecer una especie de federación de seinembus (departamento de jóvenes) pero luego la organización se institucionalizó y la red adujo a una estructura organizativa sin jefes, a diferencia de cierto tipo de verticalismo issei. Pero lo más interesante es la deconstrucción del término nikkei: 2K es un juego de palabras creativo: “2 es `ni´ en japonés y K `key´ en inglés”. Las dos llaves remiten a una acepción diferente de la palabra nikkei: “nikkei significa ser de dos países. En nuestro caso, somos argentinos y japoneses”[23].

En ambos casos, existe una redefinición del concepto "nikkei". Alguna vez se hizo ya una relación entre la visión de las generaciones y las formas de escritura de “Nikkei”[24]. Esto tiene un gran acierto, si se enfoca el aspecto sonoro de la palabra, la misma se libera de su significado de diccionario para abrirse a una expresividad distinta que pueden ser más acorde al momento histórico; como lo confirman las ciencias de la comunicación, las palabras viven si se usan, y el uso les cambia su vida, su sentido. Con la palabra nikkei sucede lo mismo, pero tal vez sea necesario un paso más. Así como el término “gohanera” es una expresión genial de la cultura nikkei, tal vez debería pensarse en buscar otro término para referirse a una nueva concepción de ser nikkei más cercana a la generación sansei.

5. Niqueyeño:¿Hacia una nueva forma de identidad-comunidad nikkei?

La idea principal hasta aquí es que el movimiento joven sansei puede crear una nueva forma de institucionalidad en donde ser nikkei sea parte de una elección, y donde la participación se va a establecer en instituciones acordes a sus necesidades. Todo esto tiene una consecuencia importante que todavía no mencionamos: si ser nikkei es una elección, esto significa que cualquier persona puede serlo. No es necesario que esta persona sea descendiente de japonés, así como es claro que no todo descendiente se siente nikkei. Por supuesto, en el caso de muchos descendientes, ellos tendrán un mayor condicionamiento a adoptar una identidad nikkei, puesto que su educación familiar los inclina hacia ello.

El caso de los hafu puede ser esclarecedor, puesto que personas que tienen ya en su familia padres descendientes de japoneses y de otros grupos étnicos hace que revalorizar la herencia nippona sea un acto conciente. Tal vez, entonces, el papel del hafu es ser un puente para la mayor apertura de la comunidad nikkei hacia la sociedad argentina, así como se dice que el nikkei es un puente entre América Latina y Japón. Esta elección tiene que ver entonces con un hecho cultural, para saber aprovechar las dos vertientes del nikkei, y no por un mandato que hay que cumplir por obligación. No se trata de nacer nikkei (un hecho biológico, de herencia de sangre), sino de hacerse nikkei (un acto social, por formar parte de una comunidad-identidad).

El redescubrimiento pasa por construir una nueva cultura que, atendiendo al interés por lo artístico, podría recrearse como niqueyeña, adoptando letras y sonidos propios de estas tierras para una palabra que nació japonesa. La tendencia a valorizar lo artístico puede considerarse también un rasgo sansei: el CeUAN organizó un Bunkasai (Festival Cultural, 2000) y la Red 2K amplió esta actividad con sus Ugoki Arte (2001-2-3). Se trata del mismo movimiento de redescubrir aportes de la cultura japonesa, haciéndose eco del mayor interés que se percibe desde la sociedad argentina, a través del manga, el anime, la literatura y el arte culinario, entre otros, que se retroalimentan con el estudio del idioma. En esta apertura, y en esta comunicación, hay un gran potencial de redefinir lo nikkei como niqueyeño, una nueva cultura con insumos japoneses, argentinos y nikkei de las generaciones issei y nisei, que tiene al sansei como principal protagonista.

Por lo tanto, cuando se habla de la poca participación de los jóvenes, es importante que los dirigentes issei y nisei consideren estos cambios para interpretar la conducta de los sansei. En este sentido, debemos pensar que, a pesar de un contexto global poco alagüeño, hay quienes resisten la ideología del descompromiso. En el caso de las comunidades se puede dar lugar a una nueva cultura, la institucionalidad sansei significa este aporte a la sociedad desde el sentir, el hacer y el pensar nikkei3 (al cubo): lo niqueyeño es una potencialidad que significa elegir construir desde esta identidad-comunidad, en una perspectiva de convivencia intercultural, donde la pluralidad de visiones da paso a un mejor mundo, desde el reconocimiento del otro y la igualdad social[25].

En definitiva, se entiende a lo nikkei (niqueyeño) como una de las identidades sociales que está disponible para una persona[26], que seguramente noes la única pero puede aportar a la riqueza subjetiva desde la fusión creativa de sensibilidades, prácticas y valores. El debate sobre la identidad acompañará al nikkei durante toda su vida: más allá de que se realice en forma más o menos reflexiva, cuando esta autoconciencia desaparezca, lo mismo succederá con el ser-sentirse nikkei; y este será sin dudas el fin de la comunidad. Si hay un futuro, éste se construirá sobre la constante redefinición de quiénes somos, para así saber si es posible proyectar un mañana compartido. La institucionalidad sansei para una comunidad- identidad nikkei - niqueyeña es una apuesta joven por una nueva cultura humana.


Artículo publicado en la revista Kinsei número 6.
(Citar como: Gavirati, Pablo, "Sansei, una forma de institucionalidad nikkei. Comunidad e identidad niqueyeña en la tercera generación de descendientes de japoneses en Argentina", en Kinsei nº 6, Centro Universitario Argentina Nippon, Buenos Aires, mayo de 2007, pp. 4-8.).
En la web desde el 18 de noviembre de 2007.


NOTAS:
[1] Gavirati M., Pablo El movimiento nisei en la Argentina, Kinsei 5, CeUAN, 2003. En la edición anterior estudiamos el caso de la segunda generación, este artículo continúa esta línea de análisis.
[2] Consideramos el movimiento sansei por el formado por quienes transitan la etapa de la juventud en la década de los 90s y las primera década de este siglo, incluyendo a “nisei” de esta edad.
[3] Gavirati M., Preguntas que llevan a respuestas: identidad y comunidad nikkei; La Plata Hochi, nº 7390, 2003.
[4] Gavirati M., La forma de institucionalidad sansei, presentado en XII COPANI, 2003
[5] Ley Yamashita coincide con esta posición en el caso nikkei: Reconstrucción de la identidad de los jóvenes nikkei: el caso de los jóvenes del Movimiento de Menores AELU, en Revista de Antropología, UNMSM.
[6] Interpretamos que la identificación se da entre los miembros de una masa (un grupo) que comparte la fascinación por un objeto (idea- para nosotros discurso). Ver Freud, Sigmud, Psicología de las masas y análisis del yo, 1921.
[7] Gavirati M., Esbozo para un metadiscurso sobre la identidad nikkei, Kinsei 5, CeUAN, 2003.
[8] Ver Castoriadis, Cornelius, La institución imaginaria de la sociedad (1975). A su vez, la identidad se construye en el discurso, y es objeto de prácticas y estrategias enunciativas. (Arfuch, Leonor, Identidades, sujetos y subjetividades, Prometeo, Buenos Aires, 2003, pág. 22).
[9] Podemos concebir a la cultura como una gramática productiva discursiva. (Verón, Eliseo, La semiosis social, 1993). Para Laclau, la conflictividad social se juega en la imposición de estos discursos hasta lograr cierto consenso político. (Laclau, Ernesto y Chantal, Mouffe, Hegemonía y estrategia socialista, 1985).
[10] La identidad nikkei es “una construcción simbólica mediante la cual la gente expresa sentido de afinidad”. Araki, Raúl, Una valoración de la formación de la identidad colectiva de los Nikkei en Perú; en http://www.janm.org/. Ver también el concepto de identificación imaginaria en Lacan.
[11] En Descubra al Nikkei: http://www.discovernikkei.org/es/what/
[12] En este ensayo, utilizaremos discursos que circulan comunmente en la comunidad, relevados a lo largo de años de lo que en la investigación se llama observación participante y entrevistas semi dirigidas.
[13] Ver Grimberg, León y Rebeca, Psicoanálisis de la Migración y del Exilio, Alianza, 1984. Un estudio de caso lo comprueba: Onaha, Cecilia, Japón en Argentina y nikkei argentinos en Japón, X Congreso internacional de ALADAA, Río de Janeiro, 2000.
[14] “La carga de la familia y la presión de lo que la sociedad quiere de él”, Arashiro, Alberto Mario; en Somos Nisei; número 5; agosto de 1984.
[15] Laumonier, Isabel, Japoneses: esa otra inmigración, Todo es historia nº.
[16] Para Higa, el término se impuso en principio por acción del gobierno japonés, quien ante el fenómeno dekasegi utilizó la palabra para nombrar a los descendientes de japoneses que pasaron a tener derechos ciudadanos ampliados. (Higa, Marcelo, The emigration of Argentines of Japaneses Descent to Japan en New Worlds, New Lives, Stanford University Press, Stanford, California, 2002). En otras colectividades no existe este término en positivo (una “identidad coreana – argentina”: Mera, Carolina, La inmigración coreana en Buenos Aires, Eudeba, Bs. As., 1998) y en otras puede construirse (el caso de los argenchinos).
[17] Gavirati, El movimiento nisei...
[18] Laumonier, Isabel, Cafés, tintorerías y tango en Cuando Oriente llegó a América, BID, Washintong, 2004.
[19] Higa, Marcelo, Desarrollo histórico de la inmigración japonesa en Argentina hasta la Segunda Guerra Mundial, Estudios Migratorios Latinoamericanos nº 30, 1995.
[20] Gavirati M., Voz joven, ideas para el cambio, La Plata Hochi, 2004.
[21] Ver en la revista AI CeUAN Especial Décimo Aniversario (CeUAN, 2004) la opinión de Andrés Shimabukuro en la entrevista La historia en sus personajes. Para más detalles analíticos sobre CeUAN, consultar: Gavirati, En búsqueda de la cultura ceuana.
[22] Ishikawa, Kunio, en “Nikkei”, video producido por Lucila Vázquez Echegaray y otros alumnos de la carrera de ciencias de la comunicación.
[23] Red 2K, en los catálogos de las muestras de Ugoki Arte.
[24] Kanji: issei. Katakana: nisei. Hiragana o letras romanas: sansei. Kanji es el sistema de ideogramas que se adaptó de China, katakana el silabario usado para palabras extranjeras, hiragana el silabario usado habitualmente en Japón.
[25] Hay que considerar la búsqueda del equilibrio entre libertad y seguridad (Bauman, Zygmunt, Comunidad, En busca de seguridad en un mundo hostil, 2003), que la posibilidad de elegir vivir en comunidad e identificarse con un otro podría superar.
[26] Higa, Marcelo, Los descendientes de japoneses en Argentina en http://www.janm.org.

martes, 29 de mayo de 2007

Laumonier: "Nikkei se construye a través de la vida"

En esta oportunidad, le presentamos la ponencia de la antropóloga Isabel Laumonier, a quien le agradecemos la gentileza de permitir su publicación, que fue presentada en la 1º Jornada Cultural Nikkei:

La propuesta disparadora de estas palabras fue la siguiente: ¿Nikkei se nace o se hace? Desde la antropología la balanza se inclina, casi automáticamente, hacia una respuesta cuyo peso recae hacia lo cultural en desmedro de lo biológico. Sin embargo, la multiplicidad de factores que inciden en la construcción identitaria de los nikkei amerita una aproximación cuidadosa y multifactorial evitando esquemas quizá aplicables a otros grupos étnicos.

Este dilema referente a la identidad de los japoneses nacidos fuera del Japón, fue el primero con el que me topé como investigadora interesada en la colectividad.

Estoy hablando del año '82, en las entrevistas con un grupo de estudiantes de ANULP en su sede de La Plata. Las dudas en cuanto a la adscripción a una nacionalidad , ya sea desde el jus solis o el jus sanguis aparecía en cada uno de los discursos de los participantes. El tema volvía a surgir en forma permanente en los debates de las instituciones o en las diversas ponencias presentadas desde la Argentina para las Convenciones Panamericanas Nikkei.

El abordaje al problema de la percepción del individuo con respecto a su grupo de pertenencia fue largamente estudiado, especialmente a partir de fines de los 60 y durante la década de los ´70. Frederirk Barth afirmaba entonces que la adscripción que distingue a los grupos étnicos es el carácter exclusivo, diacrítico y sobrepuesto a la mayoría de los demás status… “en este respecto –señalaba- la identidad étnica es similar al sexo y al rango, en cuanto constriñe al sujeto en todas sus actividades”.

En este abordaje multicausal de la problemática nikkei, la suma de factores provenientes de las transformación en el marco del país receptor –la Argentina- en los años ‘70, y una década más tarde los cambios en el país de origen de sus ancestros –Japón-, parecen tener un peso substancial. Tampoco puede descartarse el recambio generacional que estaba produciéndose en ese entonces, dentro de la propia colectividad.

TENSIONES DENTRO DE LA COLECTIVIDAD

En primer lugar: ¿Existía dentro de la comunidad nipona una percepción unívoca? Quizá convendría detenerse sobre un incidente que en su momento provocó fricciones entre las diferentes asociaciones japonesas: la celebración del Centenario. Mientras la Asociación Japonesa de Córdoba se alineaba tras las figura de Makino Kinzo como primer representante nipón en el país, cuya presencia se remontaba a 1886, otras agrupaciones vieron en él un migrante solitario, probablemente ilegal y fijaron para años posteriores el evento del centenario. Esa decisión reflejaba, muy probablemente, otra problemática.

Tras la figura de Yoshio Shinya, llegado a la Argentina en la fragata Sarmiento en calidad de grumete, se alineaba otra parte de la colectividad, liderada por la hija de este inmigrante, la Prof. Violeta Shinya, una de las primeras universitarias nisei, licenciada en la carrera de Letras. En los diferentes debates sobre la problemática referente a la presencia nipona en el país reafirmó su opinión, respecto a la figura de su padre como primer representante “legal” de la comunidad japonesa.

Por otra parte, para los okinawenses, la verdadera celebración se ubica tomando como base la llegada en 1908 del “Kasato Maru” al Brasil con un contingente importante de miembros de esa Prefectura, mucho de los cuales ingresarían un año más tarde a la Argentina.

La formación de las distintas asociaciones marca igualmente las diferentes líneas tras las cuales se encolumnará la colectividad. Los kenjin-kay y los sonjin-kai se fueron creando automáticamente a partir de la llegada de los primeros grupos, generalmente provenientes de un mismo pueblo o prefectura. En 1916 nace la Asociación Japonesa Argentina (AJA). En esos tiempos iniciales de la presencia nipona, no funcionaban aún las agrupaciones por oficios. La colectividad, en Capital Federal, encontraba una salida laboral en las fábricas y frigoríficos ubicados principalmente en los barrios de La Boca y Barracas. Otros comenzaban sus actividades en los bares y cafés porteños, o en distintas capitales de provincia. Poco a poco, en el Gran Buenos Aires, los floricultores comenzaron a multiplicarse. En 1924 se funda el “Círculo Japonés de Horticultores” formado por los trabajadores nucleados en el cinturón verde de los alrededores de la Capital. Recién en 1935 se funda la Cámara Argentina de Tintorerías y Ayuda Mutua. A partir de 1951 los okinawenses tienen su propio círculo: COA. A partir de estos datos puede inferirse entonces que la colectividad, en menos de cincuenta años de presencia en el país, no solo se había asentado, sino que encontraba representatividad en distintas asociaciones, tanto sociales como laborales.

El surgimiento de los nisei como grupo numeroso de futuros profesionales, puede apreciarse con la fundación de la Asociación Nipona Universitaria de La Plata (ANULP) en 1973. Muchos de los hijos de los primeros inmigrantes, con enorme esfuerzo, habían logrado cumplir con el mandato familiar de “mi hijo el doctor”. Sin embargo, en las historias de vida realizada a numerosos nisei, se pudo observar que el desarrollo de la vida profesional de esos pioneros, estaba ligado y a veces trabado por la sujeción a la pequeña empresa familiar. A partir de la década de los `70 y sobre todo a principios de los ´80 los cuestionamientos de los nikkei, sea cual fuere el grado de descendencia, comienza a hacerse sentir. Y la pregunta sobre la entidad de la nikkeitud se plantea una y otra vez. Son esos nikkei, fruto de una segunda o tercera generación, quienes surgen en ese momento como un grupo etario más homogéneo y con la consciencia de una pertenencia múltiple: a sus ancestros, a su país de nacimiento, a su propio proyecto de vida. Y realmente, el planteo se efectiviza en un tiempo sumamente difícil desde el punto de vista institucional del país. Algunos pagan la opción de su identidad argentina con la muerte y la desaparición, tal como los catorce casos registrados durante la dictadura militar. Otros sentirán el desgarro que significó la guerra de Malvinas. Muchos deberán asumir, por primera vez, y dentro de ese marco problemático, cargos de dirección al mando de instituciones hasta entonces en manos de los issei.

Según la aproximación actual que la sociología realiza con referencia al problema de la identidad, la identidad sería “un fenómeno que surge de la dialéctica entre la naturaleza del individuo y el mundo socialmente construido” (1). En este caso el nikkei se encuentra atrapado en un mundo doble y en un estado de construcción-deconstrucción permanente.

Como todo hijo de inmigrante, sufre la presencia fantasmal “del otro mundo”, el de sus ancestros, cuya realidad, debido a la distancia y al tiempo, es prácticamente virtual. Por otra parte recibe en forma permanente el juicio de sus mayores sobre su propio mundo, aquel en el que intenta edificar su presente. Entre el mundo ideal de sus padres y aquel en el que le toca vivir, la brecha es enorme. Para ilustrarlo nos remitiremos a las palabras y reproduciremos en su parte más significativa, el testimonio de un profesor issei:
“Para el concepto general del pueblo japonés la U.S.A es una nación totalmente digna y honrada. Ellos –los americanos- enfrentaron abiertamente a una nación, en el auge de su grandeza, la máxima potencia mundial de aquel entonces: Inglaterra. Estando solos, sin ayuda de nadie, en medio del escepticismo del mundo entero al respecto, impuso su independencia. Para el pueblo japonés del guerrero espiritual y violento su origen en absolutamente digno. … Los japoneses adoran a los estadounidenses, y los inmigrantes japoneses fácilmente se adaptaron a esa Nación… Por esa razón los japoneses que inmigraron a los Estados Unidos de antemano se encontraban en un estado psíquico de querer acostumbrarse activamente al nuevo país. … Ahora, respecto de América Latina, la historia es muy distinta. Influenciados por las ideas de la Revolución Francesa, alentados por la independencia de los Estados Unidos, pateándole a ese moribundo, a aquel gigante que yacía en su lecho de agonía, no sola sino con el apoyo explícito de Inglaterra, América Latina consiguió su independencia. Es obvio que para la mentalidad japonesa América Latina no es nada digna ni honrada. Entonces, ¿por qué vinieron aquí, por qué no fueron a los Estados Unidos? La respuesta porque vinieron aquí la gran mayoría: no vinieron para adaptarse a los países de la gente no digna, sino por la codicia pura de reunir rápidamente sus riquezas y regresar cuanto antes a su país natal y siendo sospechosamente ineficaz y deficiente la gente, la América Latina sería la región muy apropiada para tales
ambiciones. Tal era la mentalidad de los japoneses que optaron por inmigrar a esa parte del mundo, sin que fuera excepción la Argentina… En cuanto a los inmigrantes japoneses en la Argentina ellos son, en la mayoría de los casos, básicamente gente fracasada. Y, aún peor, son gente que interiormente no acepta, o no quiere aceptar su fracaso.” (2)
No tomamos este testimonio, plasmado en una entrevista realizada por el Dr. Fernando Pagés Larraya, como opinión unívoca convertida en la voz de los issei. Sin embargo, a lo largo de un cuarto de siglo de investigación, diferentes matices de este mismo discurso surgieron una y otra vez de los relatos de vida de los primeros inmigrantes. La sensación de no haber alcanzado las metas, de moverse en un medio incompetente y sin demasiado sentido, perfora alegatos envueltos en ropajes amables con los que se intenta conformar al investigador y suavizar el mensaje.

La percepción del nikkei se construye también con esa variable. Según Thomas Luckmann (ya citado), “desde el momento en que nace, el individuo se ve coaccionado por lo que lo rodea. El niño aprende a captarse desde afuera, es decir, desde los otros”. Por otra parte, Maurice Halbwachs asegura que el individuo aislado es una ficción y que, en materia de memoria y de representación conviene afirmar la prioridad de las comunidades afectivas intermedias (filiaciones políticas, religiosas, locales, etc.) entre el individuo y el gran grupo nacional, dado que estos subgrupos locales refieren directamente a lo vivido y a los canales concretos de sociabilidad básica” (3). Esa disyuntiva, entre la visión de sí desde el otro próximo (los padres) y la realidad en la que debe moverse socialmente, somete evidentemente a los nikkei a una tensión constante y dolorosa.

LAS OPCIONES QUE PROFUNDIZAN LA DUALIDAD

A mediados de la década de los ´80, la Argentina se aproximaba peligrosamente a una época de recesión e hiperinflación. El Japón, por el contrario, se encontraba en la denominada “burbuja de prosperidad económica” y necesitaba una masa de operarios adicionales para sus industrias. Es el momento en que surge la figura de los dekkasegui, o sea, la del trabajador temporario. Por múltiples motivos, -el principal de ellos siendo la resistencia de los japoneses a la presencia de los gaijin como habitantes permanentes o semi permanentes en su territorio,- comienza la captación, por parte de contratistas, de los nikkei sudamericanos.

En la Argentina, muchos miembros de la colectividad se encontraron de pronto entrampados por la súbita y terrible devaluación de la moneda y comprometidos en compromisos y préstamos pactados previamente en dólares o yenes. La opción dekkasegui fue para muchos la única decisión posible.

Entrevistas realizadas con jóvenes, especialmente con miembros de ANULP, y la correspondencia con un miembro del CENTRO NIKKEI, pusieron de manifiesto las dificultades vividas durante el período del contrato. Para muchos de los más jóvenes fue, de pronto, la percepción de la no pertenencia a un país, que por memoria afectiva y por herencia, consideraban, en cierta medida, como propio. Hermanos de un mismo padre, según el momento de su nacimiento en la Argentina y la inscripción o no, a través del Consulado, en el koseki familiar, vivían el problema de la nacionalidad desde dos ángulos opuestos. Jóvenes operarios dekasegui que dominaban el idioma japonés y que cursaban los primeros años de una carrera en una universidad argentina, se convertían en capataces de compañeros de estudios que en la Argentina ya eran profesionales, pero que no hablaban el japonés.

Para muchos fue la revelación de la cuasi imposibilidad del reconocimiento de su parte japonesa en Japón. Algunos pocos lograron sin embargo una residencia permanente. Sin embargo, la amplitud de criterios en cuanto a la nacionalidad que los descendientes de migrantes europeos conocen en la Argentina por parte de los países de sus ancestros (consideremos, por ejemplo, el caso de la colectividad italiana) es absolutamente impensable para los descendientes de japoneses. Ese no reconocimiento deja a muchos nikkei en una zona brumosa de indefinición en cuanto a la adscripción étnica .. Aquellos pocos que lograron una inserción definitiva actualizan y reavivan, con esa decisión, las fluctuaciones identitarias de la mayoría.

CONCLUSIONES CON FINAL ABIERTO.

Entre los años 1986-87 se realizó en la Argentina el Primer Censo de la Colectividad Japonesa, llevado a cabo por la Dirección Nacional de Migraciones con el financiamiento de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón y la asistencia técnica del Centro Latinoamericano de Demografía.

En las conclusiones de este trabajo se destaca que en ese momento, la colectividad japonesa contaba con unos 50.000 miembros, de los cuales unos 10.000 eran de origen japonés y el resto descendientes, y que el nivel socioeconómico era bastante próspero, con fuerte incidencia de la empresa familiar en la estructura ocupacional. La cohesión del grupo se juzgaba muy elevado, con una endogamia casi total (sólo un 4 o/o de matrimonios con cónyuges ajenos a la colectividad­ entre los descendientes) y una fuerte vinculación con el país de origen y con las asociaciones de la colectividad.

En cuanto a la auto-percepción de los nikkei, el informe señalaba que existía “un cierto grado de ignorancia o confusión sobre las reglas precisas de asignación de status migratorio; un cierto porcentaje de los encuestados no supo a qué categoría asignarse, y algunos se ubicaron de maneras insólitas, por ejemplo, nacidos en la Argentina que se catalogan como issei o algunas personas se clasificaron como “nisei y medio”. Los hijos de una pareja formada por un cónyuge de origen japonés y otro de origen no-japonés (gaijin), a menudo se catalogaban como gaijin, pero esto no fue tampoco una regla absoluta.”

A estas confusiones de tinte cultural, tal como lo hemos venido relatando, se une el de la condición de únicos representantes (hasta la década de los 60) de origen oriental en la Argentina. Así como los hijos de inmigrantes occidentales se fundieron rápidamente en la masa poblacional, el nikkei llevó consigo las marcas visibles de la diferencia. Es más, a partir de la década del ´30, especialmente en Capital, la condición de japonés se fue mimetizando con la de tintorero. En el imaginario colectivo el “ponja tintorero” fue revistiéndose de cualidades a priori, tales como sentido del honor, del orden y de la laboriosidad, lo que finalmente pesó, sobre los hombros de los descendientes de esa colectividad, como una sobre-exigencia adicional.

A la par de la paulatina desaparición de las tintorerías artesanales y la inserción de los nikkei en distintas actividades laborales, se produjo el ingreso de otras colectividades de origen oriental, laosianos, coreanos y chinos. Las nuevas generaciones de argentinos, confrontados con esa inmigración, y sin el referente ocupacional de otrora de la colectividad japonesa, fue confundiendo al grupo nipón con los otros grupos asiáticos.

Así, en el momento de querer cerrar este trabajo, nos encontramos con una pequeña comunidad nikkei que es percibida desde el Japón como no totalmente ajena a la tierra de sus ancestros (por cuanto es solicitada, cuando ello se hace necesario, como mano de obra especialmente seleccionada) ni totalmente perteneciente a su tierra de nacimiento, por los diacríticos que marcan las diferencias de orden físico y que le son permanentemente recordados por sus connacionales argentinos.. Por otra parte, y desde la llegada de otras olas inmigratorias asiáticas, tampoco la colectividad es reconocida actualmente por su ascendencia nipona, convirtiéndose en parte de esa totalidad denominada de manera indiscriminada “los chinos” o “los coreanos”
En el transcurso de las dos últimas décadas la creación de nuevas asociaciones, tratando de cubrir necesidades especiales de los nikkei (AUN, CENTRO NIKKEI, y el mismo CeUAN), señalan formas actualizadas de encontrar un espacio en la comunidad.

En conclusión la problemática identitaria se revela como un entramado sumamente complejo, en el cual intervienen desde factores de orden biológico, presentes en los diacríticos raciales y que varían de acuerdo a los factores endogámicos o exogámicos de la historia familiar de cada individuo, el lugar de proveniencia de sus mayores (que marcará su inserción en un kenjin-kai específico el cual finalmente podrá influir en el otorgamiento de becas, por ejemplo), el dominio del idioma, -determinante en el momento de algún posible intento de estudios o trabajo en Japón,- y todo ello en el marco de macro variables tales como las instancias socio económicas que atraviesan el Japón o la Argentina y las políticas inmigratorias de ambos países Dentro de este panorama sumamente complejo se mueve la adscripción voluntaria al grupo étnico. Nikkei se nace, nikkei se hace y nikkei se construye a través de la vida.

Licenciada Isabel LAUMONIER
Antropóloga; Buenos Aires, 19 de mayo de 2007.

lunes, 21 de mayo de 2007

La identidad nikkei necesita una cultura propia


Palabras, imágenes y movimientos que remiten a una cultura nikkei pudieron observarse el sábado 19 de mayo en el Centro Universitario Argentina Nippon (CEUAN). Historias y experiencias de inmigrantes, reflexiones sobre quiénes somos más allá de las naciones, ritmos que expresan fusiones musicales, rostros diferentes que dialogan como uno, producciones mediáticas que enamoran en su viaje por el mundo y un trabajo en equipo simbolizado en la danza de la dulzura amable.

El nombre de la 1° Jornada Cultural Nikkei fue Kimochi, expresado como un sentimiento nikkei formado a partir de una identidad particular.
“Como Centro Universitario nuestro propósito fue organizar una jornada cultural que incluyera no solo lo artístico sino también lo académico. Pero además Argentina Nippon significa que el horizonte debía ser el diálogo intercultural, entender a la cultura nikkei como el espacio de encuentro entre lo japonés y lo argentino en nuestro caso”, expresó Pablo Gavirati Miyashiro, director de la institución.

La primera mesa planteó un diálogo entre el cine y la literatura japoneses, y el enigma de por qué tienen una buena recepción en Argentina. Para Diego Brodersen, crítico de Cine de la revista El Amante, desde hace unas décadas se descubrió la producción oriental pero todavía estamos “ante la punta de un iceberg”, y reseñó las influencias que tuvo en películas como Kill Bill o Matrix. Por su parte, Amalia Sato, editora de la revista literaria Tokonoma, explicó que la llegada de Japón a Occidente fue afortunada, porque fue “a través del arte”, es decir, a principios de siglo XX existía una moda del japonismo, sobre todo en Francia, que se trasladó a nuestro país.

El dato lo retomó la historiadora Cecilia Onaha, del Centro de Estudios Japoneses de la UNLP, quien argumentó que esto facilitó en cierta medida la adaptación de los primeros inmigrantes. Luego, la directora del Instituto de Investigación Gino Germani de la UBA, Carolina Mera, sostuvo que hay instituciones nucleadas según su origen pasado mientras que otras parten del destino en su nuevo lugar. Isabel Laumonier, antropóloga especializada en el estudio de nuestra comunidad, sintetizó la problemática de la identidad para decir que “nikkei se construye durante toda la vida”.

Esta pregunta por la identidad es la que guía la sexta edición de la revista Kinsei, que se presentó durante la Jornada: “Ser nikkei: ¿Se hace o se nace?”, donde el artículo principal de Gavirati retrata al joven movimiento sansei como la búsqueda de una nueva identidad sansei reconstruida como “niqueyeña”. El CeUAN mismo es una de las nuevas formas de institucionalidad joven, donde los objetivos grupales tratan de coordinarse con los personales, y donde ser nikkei es una elección relacionada con la posiblidad de realizar proyectos colectivos.


Ese espíritu de armonía se manifestó con belleza en la presentación de Buenos Aires Taiko, que juntó lo tradicional con ritmos de otras regiones del mundo, y sobre todo de la danza Odori con integrantes de Shirayurikai y socias ceuanas. El día tuvo un buen ambiente gracias a la colaboración de la Casona de las Artes y del Centro Nikkei, que organizó el concurso de manga argentino-japonés. Su primer premio fue el libro “Anime” de Vanina Papalini, quien dijo en la última mesa que los dibujitos japoneses eran un fenómeno joven que atiende temáticas humanas universales.

Cerca de 250 personas se acercaron para interesarse en la identidad de la cultura nikkei, una necesidad vital para una identidad niqueyeña y el desarrollo de una política institucional que contribuya a una mejor comunidad.

sábado, 19 de mayo de 2007

Imagenes de Kimochi



Amalia Sato (Letras-Revista Tokonoma)


Diego Brodersen (Crítico de cine-Revista El Amante)


Mesa de Migración y Comunidad


Cecilia Onaha, Isabel Laumonier y Carolina Mera



Vanina Papalini (Comunicación-Univ. Nac. Córdoba)


Director del CeUAN junto a ex directores

Proyección del video "Caricias de vida"




Kinsei: Tiempos que vienen

Ganadora del concurso de manga de CNA








Buenos Aires Taiko



lunes, 14 de mayo de 2007

KIMOCHI, un sentimiento que crece

Entre Japón y Argentina, nació una comunidad que fue adoptando una identidad propia: la cultura nikkei argentina es algo nuevo, una re-creación que invita a la fusión y el diálogo intercultural. Te invitamos a compartir con nosotros, a sumarte a este Proyecto Kinsei, para sumar voces, indagar y reflexionar sobre una cultura que traspasa las fronteras, que va más allá de los genes y que apunta a un horizonte común desde un deseo de ser nikkei.

No creemos que todo esté determinado por la herencia de sangre, sino más bien por la elección cultural, desde nuestros condicionamientos y desde los descubrimientos personales y colectivos. La 1º Jornada Cultural Nikkei es un espacio para aquellos interesados en todo esto, en conocer y construir la identidad de la cultura nikkei, para rejuvenecerla en su vertiente niqueyeña.

Porque ser nikkei es un hacer, un pensar,

pero sobre todo un sentimiento que crece.


KIMOCHI - 1º Jornada Cultural Nikkei

Sábado 19 de mayo
Centro Universitario Argentina Nippon
CeUAN - Charcas 5161

CRONOGRAMA

17:00 hs - Apertura

17:30 hs - LITERATURA Y CINE JAPONESES
Amalia Sato (Letras - Revista Tokonoma): La experiencia como editora y la práctica de la traducción como encuentro cultural
Diego Brodersen (Crítico de cine - revista El Amante): Los géneros japoneses y su recepción en Argentina.

18:30 hs MESA MIGRACIÓN Y COMUNIDAD
Cecilia Onaha (Historia, Universidad Nacional de La Plata): El contexto japonés en que se produjo la migración e historia de la primera colectividad
Carolina Mera (Sociología, Instituto Gino Germani - UBA): El caso de los inmigrantes coreanos
Isabel Laumonier (Antropología): Comunidad e identidad nikkei en las generaciones de descendientes de japoneses.

*Proyección del video "Caricias de vida".
*Lanzamiento de la revista Kinsei 6

21:00 hs: CHARLA ANIME Y TECNOLOGÍA
Vanina Papalini
(Comunicación - Universidad Nacional de Córdoba): La ficción construida de la tecnología en los anime

21.30 hs: Odori , Grupo de Danza Japonesa Shirayurikai

22:00 hs: Presentación Buenos Aires Taiko

22:30 hs: Bon Odori colectivo

Además:
-Muestras artísticas de la Casona de las Artes.
-Exposición de Manga del Centro Nikkei Argentino.
-Platos típicos japoneses.

Entrada gratuita, preferencialmente con inscripción previa:
Reservar un lugar en ceuancomunicacion@yahoo.com.ar

Colaboración institucional: Centro Nikkei Argentino (CNA)

Auspicio institucional. Federación de Asociaciones Nikkei en Argentina (FANA) y Fundación Cultural Argentino Japonesa (FCAJ).

Auspicio corporativo: Tamanaha Travel Service y Honda Motor Argentina.

KIMOCHI, una jornada para sentirse nikkei

El sábado 19 de mayo desde las 17 horas se realizará KIMOCHI, la 1º Jornada Cultural Nikkei, un espacio de encuentro entre las culturas japonesa y argentina, donde habrá diversas charlas, exhibiciones y espectáculos. El evento se realizará en Charcas 5157 organizado por el Centro Universitario Argentina Nippon, y cuenta con los auspicios de Honda Motors Argentina, Tamanaha Travel Service, el Centro Nikkei Argentino, la Fundación Cultural Argentino Japonesa y la Federación de Asociaciones Nikkei en Argentina.

¿Cuántos de los jóvenes nikkei no tuvieron alguna vez que dar explicaciones acerca de por qué no son japoneses a pesar de tener “cara de”? ¿Cuántos tuvieron que justificar después que, no por el hecho de ser “descendientes de”, necesariamente tenga que saber japonés o practicar karate? Tal vez, buena parte de estos malentendidos radica en que la identidad de la cultura nikkei no es conocida en gran parte de la sociedad argentina. Por ello, reflexionar y difundir la temática es uno de los propósitos de la Jornada.

La mesa principal hablará sobre Migración y Comunidad Nikkei, con la presencia de investigadores especializados en su historia e identidad. Este será el marco para la presentación en sociedad de la revista Kinsei 6, fruto de un proyecto de investigación académica y periodística que se centra en la actualidad de la colectividad, y especialmente en describir al movimiento joven sansei.

Este es el cronograma completo de actividades:
17:00 hs – Apertura: objetivos del Evento
17:30 hs - Literatura y Cine japoneses: Amalia Sato (Letras - Revista Tokonoma) yDiegro Brodersen (Crítico de cine - revista El Amante)
18:30 hs - Mesa Migración y Comunidad: Cecilia Onaha (Historia, Universidad de La Plata), Carolina Mera (Sociología, Instituto Gino Germani - UBA) e Isabel Laumonier (Antropología, UNLP). Proyección del video "Caricias de vida" y Lanzamiento de la revista Kinsei 6
21:00 hs: Charla Anime y Tecnología: Vanina Papalini (Comunicación - Universidad Nacional de Córdoba)
21.30 hs: Espectáculos: Danza Odori, Presentación de Buenos Aires Taiko y Bon Odori
-Exhibiciones: Muestras artísticas de la Casona de las Artes, Exposición de Manga del Centro Nikkei Argentino. Además: Venta Platos típicos.

La entrada es gratuita, preferencialmente con inscripción previa a ceuancomunicacion@yahoo.com.ar. Para más información, dirigirse a http://www.proyectokinsei.blogspot.com/.

miércoles, 25 de abril de 2007

Objetivos de la 1º Jornada Cultural Nikkei

Objetivos del Evento

El objetivo de la actividad se enmarca dentro de los objetivos institucionales de CeUAN. Específicamente, el artículo 4, en su inciso b, declara como propósito para el Centro “fomentar, a través de su pensamiento y su accionar, las culturas nikkei y japonesa”; mientras que el inciso e señala como ideal “realizar actividades académicas y de intercambio estudiantil; gestionar becas y efectuar actividades recreativas, culturales y deportivas”.

KIMOCHI - 1º Jornada Cultural Nikkei

Objetivos:

1) Crear un espacio real y simbólico para la participación de las personas interesadas en la identidad de la cultura nikkei, entendida como el encuentro entre las culturas japonesa y argentina, en nuestro caso.

2) Contribuir al diálogo cultural japonés – argentino, estableciendo a la comunidad nikkei como punto de contacto intercultural para la amistad de las dos sociedades.

3) Difundir una mirada académica sobre las temáticas planteadas, para el mejor conocimiento, comprensión y respeto mutuo.

4) Fomentar el espíritu de síntesis artística creativa entre las tradiciones culturales de oriente y occidente

5) Presentar la sexta edición de la revista Kinsei, incentivando su lectura para el debate cultural y político dentro de la comunidad a partir de la mirada de las nuevas generaciones

6) Demostrar el agradecimiento público de la institución hacia las empresas, las instituciones y los particulares que la acompañan

7) Comunicar una imagen positiva del CeUAN, como una institución cultural y educativa nikkei autogestionada por jóvenes.

viernes, 20 de abril de 2007

Una Jornada para conocer la cultura nikkei

GACETILLA INFORMATIVA I

¿Qué es ser nikkei? Esta pregunta es siempre de respuesta complicada, tanto para los no descendientes, que tal vez desconocen muchos aspectos de la historia de la colectividad, como para los descendientes, para quienes la problemática de la identidad es un tema complejo. Para todos, el Centro Universitario Argentina Nippon (CeUAN) organiza la 1º Jornada Cultural Nikkei, el 19 de mayo en Charcas 5161.

En la actualidad, existe un amplio interés en la cultura japonesa, y múltiples eventos se encargan de satisfacer esta demanda. Pero la temática de lo nikkei, una integración entre lo japonés y, en nuestro caso, lo argentino, está aún poco explorada. El sábado 19 de mayo desde las 16 hasta las 22 horas se podrá descubrir quiénes son los nikkei, además de indagar en producciones japonesas que llegan al país como el anime y la literatura.

¿Nikkei se hace o se nace? Esta es la pregunta que intentará responder la sexta edición de la revista Kinsei, una pubicación dirigida principalmente a la juventud con un enfoque académico propio de una institución como CeUAN. El lanzamiento de la revista se realizará también durante la Jornada con una mesa redonda en la que asistirán especialistas del tema migratorio y de las comunidades como la historiadora Cecilia Onaha, la socióloga Carolina Mera y la antropóloga Isabel Laumonier.

Animé. El evento también contará con la presencia destacada de la comunicóloga Vanina Papalini, investigadora de la Universidad de Córdoba y autora del libro "Anime. Mundos tecnológicos, animación japonesa e imaginario social". La charla se brindará en el marco de una jornada sobre circulación de la cultura japonesa, entre los que es posible escuchar también sobre temáticas relativas a la literatura nippona.

Taiko. Durante el encuentro se podrán apreciar también otras muestras artísticas, entre las que se destacan sobre el escenario el odori (baile japonés) y el taiko. Hará su presentación en CeUAN la agrupación Buenos Aires Taiko, que fusiona ritmos tradicionales japoneses con música de otras regiones del mundo, especialmente el folklore argentino. También se podrán conseguir algunos platos típicos de la cultura culinaria japonesa.

La entrada es libre y gratuita. Para asegurar la presencia en la Jornada, rogamos inscribirse vía mail a ceuancomunicacion@yahoo.com.ar