El artículo comienza diciendo: "Es posible aprender a ser japonés en la Ciudad de Buenos Aires". Si bien estamos deconstruyendo aquí el concepto de "ser japonés", justamente este proceso se centra es que no es posible reproducir la japoneidad (si esta existe), en un lugar como Buenos Aires. De esto trata justamente lo nikkei, entendido como el encuentro entre lo japonés y lo argentino. Y allí debe decirse que el primer factor de potenciamiento es la presencia de la comunidad migratoria. En este contexto, ocurren nuevos fenómenos propios de la globalización contemporánea, como los fans del manga y el anime, incluyendo el cosplay.
Debe decirse que tanto uno como otro fenómenos pueden llevarnos a incomprensiones, basados en discursos estereotipados, sobre todos si se los remite justamente a la idea del Ser Japonés, con mayúsculas. Es por eso que se planteaba, lo cual sí recoge el artículo: "Con la globalización a veces actúan los estereotipos, aparece la generalización y se suma la simplificación, por eso es importante impulsar estudios académicos sobre una sociedad como la japonesa, para tener idea de la complejidad que encierra". Tal vez puede aclararse aquí que este encierro no es tan importante, al circular con mayor frecuencia los discursos.
En el caso de los inmigrantes, esto también se aplicó a través de lo que el investigador Marcelo Higa llamó el "prejuicio positivo", que le sirvió a la comunidad nikkei, porque como dice Kunio Ishikawa: "Lo bueno es que se ve al japonés como alguien honesto, sencillo, tranquilo, lo que vivimos gracias a los primeros inmigrantes, que fueron trabajadores y han transmitido sus valores". Otra cara de esto, es que pudo imponerse también como obligación social para "los japoneses", que por ejemplo en las escuelas podían ser más exigidos por esta fama de estudiosos, que no se aplica de por sí a todos los descendientes.
También visiones estereotipadas pueden transmitirse por el anime (la animación japonesa), porque no deja de tratarse del producto de una industria cultural. Éste es un aspecto que debe tenerse presente en la comunidad de "fanáticos", en algunos casos auto-denominados "otakus". Justamente, para que el fanatismo no se traduzca en un "japonismo" que idealice y distorsione la percepción del complejo Japón real. Reflexiones de este tipo pueden aplicarse a otras prácticas, como señaló en su charla Bruno Cecconi sobre el Taiko (tambores). Y también puede pensarse para las "artes tradicionales".
En el mismo sentido, Melisa Watanabe señala en la nota: "Mucha gente se siente atraída por algo totalmente diferente, pero suelen tener una mirada de Japón que no corresponde a la realidad que se está dando allá". Y para retomar el hilo, esto también es un trabajo para "los nikkei", entendidos primeramente como descendientes de Japoneses: "Somos una generación que reflexiona, acepta las huellas de los inmigrantes, pero viene con otras visiones". Por esto mismo también Kunio agrega que "Tenemos la ventaja de potenciar cada parte". A esta tarea también se agregan "no-desdientes", que ya son parte de la comunidad nikkei.
Esta última potencialidad es también un desafío complejo, en donde todavía falta mucho por investigar cómo se dan estos procesos de construcción intercultural. Sabiendo que lo intercultural en sí mismo también están dentro de "lo japonés" y de "lo argentino". Y que en ese sentido, el fenómeno nikkei tal vez tiene más que ver con "lo okinawense" (por el lugar de procedencia mayoritario) y con "lo bonaerense / lo porteño" (por el lugar de arribo mayoritario). Y en todas estas transformaciones también hablamos de un fenómeno niqueyeño, para mezclar un poco más lo nikkei con lo porteño.
Por todo ello también se habló también de los límites de la idea de Estado - Nación. Y que la ventaja de lo nikkei es que permite traspasar estas fronteras rígidas de la cultura. De todo esto hablará la próxima edición de la Revista Kinsei, a publicarse en el primer cuatrimestre del próximo 2013.
Pablo Gavirati (Becario Doctoral CONICET).
Integrante colaborador del Proyecto Kinsei - CeUAN.
Aclaración final: El término original de Proyecto Kinsei viene de una lectura de los ideogramas como "Tiempos que Vienen". Si hablamos de "persona relativa a Japón" es una de las acepciones de la palabra nikkei.